Señales que revelan que no estás hecha para vivir en pareja

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El amor, el amor… Estás enamorada, sueñas con estar todos los días con esa persona especial, pero ¿Realmente estás hecha para vivir en pareja? A continuación te mostramos unas señales que revelan que NO lo estás.

¡Toma nota!



No te gusta compartir

No asimilas la idea de que alguien tome algo que sea tuyo, si te molestan cosas simples como que tomen tu champú del baño, es mejor que le digas adiós a una vida de dos.




Detestas cuando vas al baño y lo encuentras ocupado

En este caso tienes dos opciones: O instalas como mínimo 2 baños en tu casa o simplemente descarta la posibilidad de compartir un hogar con tu pareja.

Te gusta tener el control sobre qué y cuándo ver la televisión

¡Todos amamos tener el control remoto en nuestro poder! Pero, si no eres capaz de mediar sobre que programas ver y mucho menos aceptar la idea de tener que verlos teniendo compañía, te decimos que simplemente no estas hecha para la convivencia.

Se te hace imposible dormir teniendo a alguien al lado

Si dormir con alguien al lado te parece molesto, sin importar por cuanto tiempo sea, quien sea, ni qué sean, entonces está claro que la vida en pareja puede ser una tortura para ti, sobre todo por las noches, cuando tengas que compartir la cama con tu pareja ¡Y ni hablar si es de los que regalan serenatas de ronquidos!



¿Quién se ha comido el postre que dejé en la nevera?

Si con solo leer esta frase te llegaste a molestar, es mejor que te vayas acostumbrando a vivir sola.

¡Todo el closet te pertenece!

Y por nada del mundo estás dispuesta a compartir ni un pequeño rincón, ya que lo tienes reservado para tus próximos zapatos nuevos. En fin, si no eres capaz de compartir un espacio en tu armario, mucho menos podrás compartir una vida en pareja.

No te gusta que invadan demasiado tu espacio, aun cuando tengan el derecho de hacerlo

¿No te gusta que entren a tu habitación, que se aproximen a tu escritorio o que se acerquen demasiado a ti? Sabemos que necesitas tener libertad, pero al estar en pareja ¡El espacio se comparte!

No soportas que las personas tengan pequeños hábitos de desorden

Si tu nivel de tolerancia ante un poco de desorden es totalmente inexistente, pues solo nos queda desearte buena suerte cuando te toque vivir con alguien que tenga la costumbre de dejar mojado el piso del baño después de usarlo o que en la cena deje el plato sucio sobre la mesa hasta la mañana siguiente.

Tienes una rutina inquebrantable al llegar a casa

Por fin llegas a casa y lo único que te relaja es acostarte en el sofá y escuchar música mientras disfrutas de una copa de vino. Está bien que lo hagas, pero si no puedes aceptar que tus rutinas cambiarán una vez que comiences a vivir con tu pareja, es mejor que ni te atrevas a hacerlo.

Detestas las mañanas

Bueno, realmente a la mayoría de las personas no nos agrada tener que levantarnos temprano, pero si eres de las que amanece con un tremendo mal humor y no te gusta que se te acerquen y mucho menos que te hablen, pues entonces las cosas no funcionarán, porque nadie querrá ver tu mala cara al despertar.

¡Tu tiempo en el baño no es negociable!

Siempre acostumbras a pasar como mínimo media hora en el baño haciendo tus rutinas de belleza y para ti es un tiempo sagrado que no pretendes disminuir. Tú saldrás bella, pero él siempre llegará tarde a todos los lados.


Si te sentiste identificada con varios de estos signos ¡No te angusties! no hay nada malo en ello; a todas estas, es la forma en la que a TI te gusta vivir y si eres feliz así ¿Para qué cambiarlo? Pero si realmente tu deseo es compartir tu futuro con alguien, es mejor que consideres ceder en algunas cosas.


Por:Yulianmy Segovia
Twitter: @vanepiter
Para QueNoticiasMaslocas.com