¡Es muy complicada! Pero puedes firmar la paz con el $$$ para tener un futuro económico más próspero y saludable
Desde hace más de un año, Ana, de 42 años, le oculta a su esposo que debe una pequeña fortuna en sus tarjetas de crédito personales. Para evitar que Rodrigo se entere de que muchas veces se atrasa en sus pagos, ella corre al buzón a rescatar las cuentas antes de que él pueda verlas y “le pido prestado a Pedro para pagarle a Pablo. O sea, que saco dinero de una tarjeta para pagar el mínimo en la otra”, admite Ana, quien es cajera en un banco.
Diana, por su parte, se siente como una “esclava económica”, pues depende de su esposo para todos sus gastos. “A menudo me siento como una niña que necesita del permiso de papá para hacer una compra”, se queja esa ama de casa, de 39 años. Esto afecta su relación, pues no soporta sentirse “regañada” por hacer una compra no aprobada por su esposo.
¿Y qué decir de Gema, quien se ha declarado en bancarrota en dos ocasiones… y teme que lo peor está por venir? Esta ejecutiva, de 47 años, podría perder su hogar, embargado por el banco. “No puedo conciliar el sueño solo de pensar que, por mis malas inversiones, mis hijos lleguen a perder el único hogar que conocen”.
La relación de algunas mujeres con el dinero podría describirse con la famosa frase que se utiliza en Facebookpara las relaciones difíciles o que no están del todo claras: “es complicado”. Y es que de acuerdo con Luna Jaffe, la autora del nuevo libro Wild Money: A Creative Journey to Financial Wisdom, una guía para el manejo del dinero, aun las mujeres más adineradas admiten que saben muy poco o nada sobre cómo planificar su economía. Es más, de acuerdo con Women & Wealth, un estudio llevado a cabo recientemente en Estados Unidos, la tercera parte de las millonarias admitió que tiene poco conocimiento sobre la estrategia para planificar sus finanzas y el manejo de sus inversiones.
“Muchas mujeres les ceden esa responsabilidad a su esposo o a su pareja, porque no tienen el tiempo, la oportunidad o el interés de aprender”, dice Jaffe. Sin embargo, esto puede ser un problema.
Los tiempos han cambiado y con la tasa de divorcios de un 51 por ciento, a muchas les ha llegado el momento de ser realistas.
“Además, hay mujeres que eligen no casarse, o que están devastadas por la muerte de un ser querido. Entonces se dan cuenta de que no pueden seguir ignorando la economía”, apunta Jaffe.
Con esto ella quiere decir que, si eres mujer, existe la posibilidad de que en los años futuros tú seas la única responsable del manejo de tu dinero. La pregunta clave: ¿estás preparada para ello? Aun si tu respuesta es negativa, las noticias son alentadoras, asegura Jaffe.
Parte del problema es que, hasta ahora, la educación financiera ha sido orientada hacia el hombre y con la mentalidad masculina.
“Pero cuando la analizamos de una manera creativa, enfocada en las emociones, las mujeres no solo muestran interés, sino que la captan sin problemas”, continúa Jaffe.
El multimillonario Donald Trump se vio obligado a declararse en bancarrota por haber realizado malas inversiones. Katie Holmes y Jennifer Lawrence son muy conservadoras económicamente y se miden en sus gastos.
LAS TRES CLAVES DEL DINERO
Tomar conciencia del problema es el primer paso: entender que, aun si la economía es compartida con el esposo o con la pareja, cada uno es responsable de cómo la maneja.
Por su parte, la mujer que está sola o al frente del hogar debe dejar atrás la idea, aun a nivel subconsciente, de que el dinero es cosa de hombres y acoger el lado femenino -creativo- del dinero. Para ello, Jaffe ofrece tres principios básicos que toda mujer debe conocer.
1. Conoce tu respuesta emocional al dinero, tanto si se trata de un regalo, de tu salario o de una herencia. ”Es muy importante recibir el dinero con una actitud agradecida y estar en paz con él”, dice Jaffe. Si crees que el dinero es la raíz de todo mal, ¿cómo vas a atraerlo a tu vida? Aprende a verlo como un recurso; el dinero no es “malo”, sino la forma como algunas personas lo utilizan o tratan de obtenerlo. Visto de una manera realista, el dinero no es otra cosa que un recurso que podemos emplear para el bien propio y de muchos (recuerda que algunos de los grandes filántropos son multimillonarios).
El problema es que algunas mujeres ven el dinero a través de una mala experiencia del pasado. “A veces recibimos el dinero con ira, con sentimientos de culpa, con resentimiento y hasta con ambición. Esto puede llevarnos a tratarlo de una manera autodestructiva”.
Como en el caso de Ana, que lo usa para llenar su ansiedad y su vacío interior; o el de Diana, que lo ve como la prisión que la mantiene presa en su matrimonio. Pero el caso más complejo es el de Gema. Cuando analizó su relación con el dinero, descubrió algo sorprendente: “Yo recibí una herencia de mi padre, un hombre al que nunca quise ni respeté por la forma como trataba a mi madre. Recibir ese dinero de él me hizo sentir culpable y, quizás por eso, no lo traté con la seriedad que merecía e hice inversiones sin asesorarme”. Hoy, ella trabaja para sanar su relación con el dinero y recuperar su salud financiera. Pregúntate qué piensas, realmente, del dinero. ¿Qué recuerdos o asociaciones tiene para ti? ¿De qué manera ha influido en la forma como lo has manejado? ¿Cuánto mereces atraer a tu vida? Reflexionar sobre esto puede ayudarte a verlo de una manera más realista y positiva.
2. Tus decisiones a la hora de hacer una inversion son influenciadas por tu carga emocional.Cuando no estás consciente de esa carga que opera calladamente, puedes tomar decisiones que te parecen acertadas, pero que en realidad son producto de tus experiencias pasadas o de las de una persona importante en tu vida.
“Si alguna vez sufriste las consecuencias de una mala inversión, quizás has perdido la confianza en tu capacidad para tomar decisiones y tachas todas las inversiones de malas”, dice Jaffe. Pero es hora de dejar de operar en “piloto automático”. Reflexiona sobre esa experiencia negativa y determina por qué no funcionó. ¿A qué conclusiones te hizo llegar? ¿Qué te dices a raíz de esta experiencia?
Por otro lado, si deseas invertir tu dinero con paz mental, conoce tu zona de confort y permanece en ella. ¿Eres arriesgada o conservadora? ¿Te sientes cómoda con los altibajos de la bolsa o prefieres algo más seguro, aunque te represente menos ganancias? Saber que controlas el nivel de riesgo de tu inversión te hará sentir más segura de tus decisiones.
3. Toma el control de tu economia. El primer paso para lograrlo es repasar tus actitudes con respecto al dinero y ajustarlas a la realidad. Ya sea que estés sola o acompañada, el manejo de tu economía es tu responsabilidad. De ser necesario, aprende más sobre el tema; consulta con un planificador financiero para crear metas posibles para ti. Si no has hecho un presupuesto balanceado, este es el momento de hacerlo. Comienza a ver el dinero como un aliado que te permite realizar tus sueños y vivir con tranquilidad. Tu salud económica está al alcance de tu bolsillo.
¿QUÉ OPINAS TÚ?
- ¿Eres de las que gastan tanto, que se lo ocultan a su esposo?
- O por el contrario, ¿te sientes una “esclava económica”, que dependes de tu pareja para hacer todas tus compras?
- ¿Cómo controlas tu economía?
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