Veterinarios consultados por elcomercio.pe recordaron que las mascotas –como perros, gatos y aves- son mucho más sensibles que los humanos, por lo que pueden reaccionar de distintas formas ante la abundancia de luces y fuertes detonaciones.
“Tienen sus sentidos mucho más desarrollados, *es como si oyeran diez veces más*”, que nosotros, comentó el médico veterinario Johan Morán.
REACCIONES EN LOS ANIMALES
Los gatos suelen asustarse, ponerse muy alertas y esconderse. También como su mecanismo de defensa ante el susto, los perros ladran desenfrenadamente, aúllan, corren desorientados de un lado a otro e incluso se pueden poner agresivos. Ello puede generar que, por esa misma adrenalina, entren en un estado de taquicardia y náuseas.
Pero además, la pólvora y su olor podrían provocar intoxicaciones en las mascotas.
“Es bien lamentable el fin de año y Navidad, las mascotas la pasan muy mal. El veterinario que se queda en su veterinaria, con toda seguridad, va a tener harto trabajo”, refirió por su parte la Máster en Ciencias Veterinarias, Luz Marina Vidal.
RECOMENDACIONES
1. Consultar a los veterinarios sobre qué medicamentos suministrar a las mascotas o alternativas a tomar. Suelen usarse tapones de algodón para los perros o también tranquilizantes y sedantes (tomarlo como última opción). Pero siempre es necesario preguntar antes para evitar reacciones que los afecten, pues depende de la edad y de su estado de salud.
2. Mantenerlos alejados de las luces navideñas. El hecho de que se prendan y apaguen constantemente les llama la atención, pueden morder los cables o focos y electrocutarse. Sobre todo los cachorros.
3. No dejar a las mascotas en balcones, techos, ni cerca de ventanas abiertas. Podrían lanzarse desde lo alto o ahorcarse ante la desesperación y el nerviosismo en caso estén amarrados con sogas o cadenas.
4. Limpiar los techos, patios o calles para que no encuentren restos de pirotécnicos. Se los podrían comer e intoxicarse, pues esos objetos tienen plomo.
5. Encerrarlos en una habitación donde no se puedan percibir las luces o los fuertes sonidos.
6. Mandarlos a un hospedaje o albergue lejos de la ciudad, en donde no estén expuestos a los fuertes ruidos.
7. No darles restos de las cenas de Navidad o Año Nuevo, porque los condimentos e ingredientes pueden generarles diarreas e intoxicaciones. Asimismo, los huesos de los pavos o los cerdos son más duros y filudos, pueden producir cortes y atragantamientos, problemas gástricos y hasta de perforación intestinal.